Crisis del coronavirus

Sánchez regresa de sus vacaciones con 81.000 contagiados más y sin plan para los rebrotes

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus ministros iniciaron su descanso vacacional el pasado 4 de agosto con una cifra oficial de 297.054 casos. Este viernes, 17 días después, el número ya se ha disparado a 377.906. Casi 81.000 contagios más que no han sido suficientes para interrumpir el descanso del presidente hasta este mismo viernes.

Sánchez ya ha vuelto a Madrid, dando por finalizadas sus vacaciones de 17 días. Según fuentes de Moncloa, el regreso estaba previsto, por lo que descartan que se haya anticipado la decisión en vistas a la evolución de la pandemia. En los últimos días, arrecian además las críticas por la falta de un plan para el regreso a las aulas. El único protocolo data de junio, cuando la situación era totalmente distinta. Desde entonces, los contagios diarios se han triplicado.

El socialista retomará el próximo martes su actividad presidiendo el primer Consejo de Ministros del curso político. Si las previsiones que muestran la evolución actual del virus se cumplen, lo hará con alrededor de 100.000 contagiados más sobre la mesa respecto a la cifra oficial que registraba Sanidad el pasado 4 de agosto. Aquel día presidió la última reunión de su Ejecutivo, dio una rueda de prensa especialmente sonriente e hizo las maletas para irse con su familia a la residencia ‘real’ de La Mareta, en Lanzarote.

Situación descontrolada

Durante los 17 días que han transcurrido desde entonces hasta este viernes, la situación epidemiológica de España se ha descontrolado por completo. Lo que a principios de agosto eran rebrotes generalizados en diversos puntos de España, más o menos bajo control, hoy se ha convertido en un escenario de transmisión comunitaria con «puntos donde el virus está fuera de control», como admitió este jueves el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. «Que nadie se confundalas cosas no van bien», advirtió.

La situación, en datos, es preocupante. En agosto se han sumado cerca de 90.000 casos, 81.000 de ellos desde que el Gobierno está de vacaciones. La incidencia acumulada se ha disparado desde los 62 casos por cada 100.000 habitantes a los 142 actuales. Este índice, que refleja el riesgo de un país o territorio de sufrir una segunda oleada, ha llevado a la Unión Europea a considerar a que España tiene en estos momentos un nivel de amenaza por el virus semejante al que tiene EE.UU. o Brasil.

El final del verano está siendo especialmente problemático para varios sectores. Por ejemplo, para la hostelería y el ocio nocturno, a quienes se han aplicado severas restricciones. O a la educación, que a falta de 2 semanas para la vuelta a las aulas para el nuevo curso todavía no dispone de un protocolo del Gobierno sobre cómo proteger a los escolares del virus. La reunión del Ejecutivo con las administraciones autonómicas está prevista para el día 27, dos días después de su vuelta de vacaciones. Sin prisas.

Mientras tanto, Pedro Sánchez ha dado hoy por concluidas unas vacaciones de más de dos semanas, cuyo ultimo tramo ha transcurrido en el palacio de Las Marismillas (Doñana), donde algunos vecinos le llegaron a abuchear por su inacción en estas últimas semanas tras una misa a la que acudió en Matalascañas.

Antes de la estancia en Huelva, el presidente disfrutó de unos días de sol y playa en la residencia ‘real’ de La Mareta (Lanzarote), una finca exclusiva de 30.000 metros cuadrados con piscina y acceso privado al mar, que en su día fue un regalo del rey Hussein de Jordania a Juan Carlos I. Todos los trayectos se han cubierto en el Falcon presidencial, cuyos vuelos vacacionales se estima que costarán al Estado 67.000 euros.

Críticas internacionales

La actitud de Sánchez no ha pasado desapercibida a nivel internacional. Bloomberg, la mayor agencia de noticias económicas del mundo, ha publicado una durísima crítica al Gobierno de Pedro Sánchez por estar de vacaciones como si no pasara nada cuando España registra el mayor número de contagios en Europa y sufre la peor crisis económica del continente. «España ha resurgido como el epicentro de la pandemia del coronavirus en Europa y su Gobierno parece negarse a aceptarlo», comienza una información publicada este jueves.

«El presidente Pedro Sánchez está de vacaciones con su familia y no ha comparecido en público para dirigirse a la población después de que España, a lo largo de esta semana, haya registrado el mayor número de infecciones diarias por millón de habitantes en Europa», continúa Bloomberg, y compara esta situación con el estado de alarma, cuando Sánchez daba un discurso semanal y el Gobierno comparecía una o incluso dos veces al día.

A su juicio, esta inacción ante los rebrotes, con un país en una gravísima crisis económica, puede costarle caro al Ejecutivo: «Con la industria turística diezmada y la economía de rodillas, algunos votantes están nerviosos y la indiferencia que perciben en su clase dirigente puede tener un coste político para un débil Gobierno en minoría que depende de los separatistas para mantenerse en el poder».

Sectores al borde de la quiebra

El ascenso imparable de nuevos contagios y la proliferación de rebrotes de coronavirus en los últimos días ha llevado al Gobierno a asestar un nuevo golpe al ocio nocturno: el cierre de discotecas, bares de copas y salas de baile. Una decisión que ha impulsado a los empresarios a solicitar una reunión con el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Sin embargo, después de seis días de espera Sánchez sigue sin responder al sector, aseguran, mientras más de 16 regiones ya han obligado a bajar la persiana a estos establecimientos.

Galicia, Castilla y León, Murcia y La Rioja fueron las primeras comunidades autónomas que anunciaron el cierre de los locales de ocio nocturno, seguidas de Extremadura, Comunidad Valenciana y País Vasco. Madrid se ha sumado desde este jueves y la más rezagada es Asturias, donde no entrará en vigor la norma hasta la próxima semana.

Fuentes del ocio nocturno han criticado en conversación con OKDIARIO que Sánchez haya tomado esta decisión mientras está de vacaciones en Matalascañas: «El Ejecutivo está en la playa mientras el sector ha echado el cierre y sigue sin un plan de rescate que nos salve de la quiebra». «El presidente del Gobierno ha pecado de falta de previsión una vez más poniendo en juego el futuro de más de 270.000 familias, que no saben cuándo podrán abrir sus negocios», explican.

 

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